Según la Comisión Federal de Comercio (FTC por sus siglas en inglés), durante los últimos años se han reportado cada vez más casos de fraudes de cobro de deudas. A pesar de que hay múltiples quejas debido a malos tratos o amenazas durante las llamadas de los cobradores legítimos, existe un problema aún peor, que es el fraude de cobro.
Un cobrador fraudulento podría presionarlo a pagar cantidades altas de dinero por medio de amenazas, obligándolo a pagar una suma importante de dinero sin siquiera deberla realmente. Entre sus métodos, se encuentra causar que el deudor entre en pánico. Los cobradores falsos utilizan tácticas para lograr cobrarle al recopilar su información de solicitudes de préstamo anteriores, bases de datos, entre otras. Además, estos buscan causarle molestia por diferentes medios, como amenazas a su propiedad, amenazas de arresto e incluso llamadas intimidantes. Incluso, pueden llegar a decirle que si no paga la suma inmediatamente, policías se encaminaran a su domicilio en seguida.
Para no caer en engaños de este tipo, es crucial exigir al cobrador que se identifique y asegurarse de que la empresa es legítima. Para poder identificar más fácilmente a un falso cobrador, debe recordar que los cobradores reales jamás amenazaran con arresto, debido a que esto no está legalmente permitido. Adicionalmente, los cobradores fraudulentos siempre solicitan un pago inmediato y por medio de una transferencia bancaria.
Por otra parte, recomendamos que jamás provea información personal o financiera a ningún cobrador que no identifique como legítimo. Hacer esto podría darle herramientas al mismo para continuar con sus amenazas y hacerle creer que si tiene información sobre usted y su deuda. Finalmente, nunca haga ningún pago del cual no se siente 100 por ciento seguro, incluso si las llamadas continúan.
Lo mejor que podrá hacer es reportar el fraude en cuanto lo identifique y contactar a un abogado en caso de haber sufrido de una de estas estafas.