Es común que la mayoría de personas tengan algunas deudas; algo tan cotidiano como el uso de tarjetas de crédito facilita compras por internet, pagos rápidos y seguros, descuentos y beneficios, entre otras cosas. Desafortunadamente, al no pagar las deudas a tiempo, estas pueden incrementar y salirse de control. Esto puede causar que se le haga imposible cumplir con los pagos establecidos en su contrato de préstamo. Sin embargo, existe una solución que puede proporcionar alivio a su situación financiera, a pesar de representar un proceso legal. Esta solución es declararse en bancarrota.
Existen distintos tipos de bancarrota, y el proceso que deberá seguir depende de cual escoja. Los mejores tipos para personas son la bancarrota del capítulo 7 y la del capítulo 13. A pesar de ser diferentes, ambas opciones ofrecen protección al deudor de incómodos cobradores, entre otras mejoras inmediatas.
En el caso de bancarrota del capítulo 7, para determinar su elegibilidad se consideraran criterios como sus ingresos económicos y situación financiera. Podrá declarar bancarrota por medio del capítulo 7 únicamente si sus ingresos son menores a la media estatal. Posteriormente, deberá proporcionar información detallada acerca de su situación económica y adicionalmente podrá recibir asesoramiento crediticio para ayudarle a presentar su declaración con los tribunales.
El siguiente paso será vender los bienes no exentos con los que cuente y no haya podido pagar, para regresar el dinero de la venta a los acreedores. Finalmente, gracias a esto, el deudor podrá quedar libre de dichas deudas y podrá deslindarse totalmente de la responsabilidad que estas representaban.
Por otra parte, bancarrota del capítulo 13, deberá cumplir con algunos requisitos como contar con los ingresos suficientes para realizar pagos en un periodo de 3 a 5 años y además sus deudas no deberán superar los límites máximos permitidos. Al igual que en el capítulo 7, deberá presentar su información financiera ante los tribunales después de haber recibido un buen asesoramiento crediticio. Posteriormente, se determinará una reestructuración de sus deudas para que le sea más fácil pagar a los acreedores de acuerdo con su tipo de ingresos. Finalmente, se detendrá cualquier tipo de cobro, llamadas o visitas de parte de los acreedores o compañías de cobranza.
En caso de requerir asesoramiento acerca de su situación financiera, no dude en contactar a nuestro equipo.